Reproductor de Música Bolonviana

28 de marzo de 2016

Harold y el bocata de pollo

Historia

Hubo una vez en Bolonvia, concretamente en la capital, una gaviota llama Harold. Carecía de poderes y de atractivo, la gente la espantaba cuando la veían y tenía su nido encima de uno de los peores edificios de la ciudad.
Mas una tarde, estando Harold comiendo un poco de chocolate, se encontró tirado en la acera un extraño objeto. Éste estaba envuelto en un papel amarillento. No sabía qué era pero, juzgando su apariencia, debía de ser algo valioso y de gran importancia. Lo recogió con su pico y se lo llevó a su nido. Una vez allí, rasgó el envoltorio. Para la sorpresa de la gaviota, se encontró con un bocata de pollo. Éstos eran muy raros de ver, pues para elaborar uno se requería un difícil proceso que sólo lograban llevar a cabo los más prestigiosos cocineros.
Harold comió el bocata de pollo, que resultó tener también lonchas de pavo en medio, y cuando lo acabó, sucedió algo increíble: la gaviota se vio toda envuelta en un intenso resplandor.
Cuando la luz cesó, Harold, la sencilla gaviota que no poseía cualidades, se transformó en Harold el Dios de las Gaviotas, y desde entonces patrulla los cielos, dirigiendo a sus iguales y ayudando a los niños que la necesitan o que tienen un bocata de pollo en su bolsillo.


Ritual de llamada

Para invocar a Harold y solicitarle ayuda, sólo hay que tener encima un bocata de pollo y encontrarse rodeado de más personas. Cuando el portador del bocata está en peligro, éste debe gritar en voz alta: "Tengo un bocata pollo", mientras levanta el bocata con su diestra. Luego sólo debe esperar 7 minutos y el Dios de las Gaviotas Harold llegará en su ayuda.

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