Economía Bolonviana

Bolonvia posee una economía inestable. Cuando explotó el globo sandeciliario, nuestra nación entró en una terrible crisis, y eso se debió a que los especuladores jugaban a los dados para calcular el valor de algo en el futuro. Decidiendo el precio próximo de las sandeces, los dados se cayeron del tablero e hicieron explotar el globo. Actualmente, se están recuperando, pero, por desgracia, hay una gran manada de chorizos y mortadelas robando.
Bolonvia tiene dos bases económicas: las chuches y el abono natural, de los cuales se exporta al año más del 60% de la producción. Cada año, millones de bolonvianos de todas las regiones comen chuches y compran abono de la famosa multinacional "Katarina Ester Colera".

Datos del consumo de productos en el 2014:

1000 M
750 M
500 M
300 M
200 M
100 M
10 M
	Abono (kg)	Inmobiliario	Servicios varios	1ª Necesidad	Tecnología	Chuches

Los emprendedores autónomos deben pagar en su primer mes en activo un 15% de lo que ganen, además de otros impuestos.

Los impuestos más importantes de Bolonvia son:

• I.V.O. (Impuesto sobre el Valor Ornamental): si el lugar en el que se fabricó el producto es feo, su precio es mayor. El I.V.O. es el 8% del precio del producto final.
• I.R.P.L. (Impuesto Radiactivo Para Lucrarse): se le cobra a los estafadores para que puedan seguir estafando sin ningún problema. Con este impuesto se elabora el presupuesto del Estado en sobornos y corrupción. Oscila alrededor de los 175 €B.
• I.S.C. (Impuesto Sobre las Chabolas): este impuesto se le cobra a aquellos que tienen casa. El valor varía entre 4 €B (si es una chabola) o 4000 €B (si es un chalet a pie de playa).
• I.S.T. (Impuesto para los Sin Techo): se le cobra a los que carecen de inmueble. Pueden ser: un manojo de zanahorias pochas, una cesta vacía, el contenido de la cesta, un chambergo mordido o una bota clásica de las que sale del río al pescar.