Reproductor de Música Bolonviana

6 de diciembre de 2015

Frutas bolonvianas

En Bolonvia, debido a sus condiciones climáticas y su posición con respecto al ecuador y a la Torre Eiffel, hay gran variedad de frutas. La lista que veréis a continuación incluye las más populares y las que más consumen los bolonvianos.

La nuez albina, en un laboratorio de Barajoz
  • Nuez albina: es una nuez de color blanco, que sólo se encuentra en Isla Ordón. En ocasiones cuenta con manchas grises, casi imperceptibles. El fruto es muy dulce, y tiene el mismo aspecto que el de la nuez común, solo que es de color grisáceo.
Cintalón, con sus clavos


  • Cintalón: esta fruta es una especie de mutación genética. Surgió cuando unos fruteros cortaron una tira de melón y la enroscaron. Para evitar que la cinta se soltase, le colocaron los clavos de colores que se ven en la foto. Ahora, tras experimentos científicos, el cintalón crece a partir de un árbol, con los clavos incluidos.


    Atomonzona, antes de ser comida
  • Atomonzona: mitad manzana; mitad átomo de plátano. Esta nutritiva fruta sirve para la confección de 130 medicamentos diferentes. Tiene protones y neutrones de colores girando alrededor de la semilla de la manzana.
  • Bolonpiñina: es la fruta más extraña de todas y la que más se consume por los bolonvianos. Este singular y deliciosa fruta sólo crece en las zonas más secas y oscuras de Bolonvia, donde no hay apenas luz solar. Los cosechadores de esta fruta la exportan a todo el mundo, por ese motivo es tan famosa en Bolonvia, Su sabor es único: algunos dicen que es una mezcla entre chocolate y melocotón, pero otros dicen que sabe a piña y limón.
  • Popimón: este singular limón no nace de una planta: se obtiene al cortarle la cabeza al bicho que lleva ese nombre, popimón. Puede parecer que no es una fruta, pero el popimón animal tiene una planta que le hace de cuello, y sus frutos son sus cabezas.
Bolonpiñina
Popimón, recién cortado
Plátano playaso-playero
  • Plátano playaso-playero: para conseguir este plátano hay que llevar un plátano común a la playa (preferentemente a las más soleadas) y pintarle una cara de payaso. Tras seguir estos pasos, se obtendrá un plátano playaso-playero. Según los estudios de los herbívoros y los fruteros, este plátano no presenta ninguna diferencia en lo respectivo al sabor del plátano común, pero es graciosos verle la cara de payaso.





El descubridor de todas estas frutas y el que las ha estudiado ha sido Sisebuto Nigonya, al cual la comunidad científica y herbívora le está tremendamente agradecido.

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